viernes, 8 de octubre de 2010

Entrega

Tuve que pararme un segundo a coger aire, a organizar las ideas, a observarla desde lejos..., aunque no sé muy bien que pensé en ese momento.
Ella estaba allí sentada, jugueteando con sus cabellos, y yo solo quise apresurarme; acelerar la marcha para encontrarme cuanto antes con su verde mirada. Deseaba fundirme con ella en un abrazo eterno, tenerla entre mis brazos, unir nuestras almas, sentirla mía...
Y con cada paso que daba, el nudo en mi estómago, que llevaba ahí años, se iba deshaciendo.

Su sonrisa, relajada y sincera, destacaba la escena. Yo terminé de acercarme, nervioso e ilusionado.

-"¡Hola! Siéntate. Vamos, cuéntame que tal ha ido todo"

Y a mi me dio un vuelco el corazón.

Había recorrido el mundo entero buscándola, sorteando todos los peligros imaginables, pensando y soñando con ella a cada momento del día y de la noche, y ella me recibió como si nos hubiésemos visto la tarde anterior; con la naturalidad y entrega de antaño.

Ni siquiera me preguntó como la había encontrado.

Entonces supe lo especial que era. Lo especial que había sido siempre.




No tardó en llegar su novio. 
Ella no había estado esperando.

Y no era naturalidad, era distancia.

martes, 5 de octubre de 2010

Adios

Me gustaría poder escribirte algo bello. Hermoso en si mismo y en nuestros recuerdos. Palabras que te lleven en volandas cerca del cielo, donde se dibuja la sonrisa y nace la dulce brisa que acaricia tus cabellos. Relatos que llenen de felicidad cada rincón de de tu imaginación, que tu mirada, relajada y sincera, susurre en falso silencio el teñir de tu corazón. Mágicas historias de nada en especial dedicadas a personas extraordinarias, donde la razón se pierde disfrutando; desnudando el alma. Cuentos que guardas como propios y se convierten en vivencias. Versos que te pertenecen, que son solo tuyos. Hacerte nacer cada vez que los lees, hacerte notar ese escalofrío abrazando tus entrañas. Un agradable amanecer de verano, un afectuoso amigo, la frescura de la hierba tras la lluvia. Que te mente sea capaz de dibujar sentimientos con forma de letras, donde cada una brilla como si fuera una estrella. Ojalá pudiese escribir algo que guardaras por siempre, cumplir tus sueños nunca soñados.

Ojalá pudiese describir tu rostro al leer mi relato.

Con cariño para lo que más quiero, ahora que ya no puedes disfrutarlo...

domingo, 3 de octubre de 2010

Notas

... Móvil nuevo....
No puedo evitar exhalar un orgulloso suspiro mientras sostengo, palma de la mano clamando al cielo, el flamante último modelo de teléfono móvil marca Nokia que tanto me ha costado conseguir.
Sí, porque el hecho de que haya tantas trabas en forma de escurridizos puntos intercambiables, de enrevesadas ramas de exponenciales tarifas, de extraños y perturbadores cambios de operador, de incomprensibles contratos repletos de grafismos y letras de diversos tamaños e importancias... hacen que el orgullo que siento por haberlo conseguido transcienda más allá de la mera propiedad del objeto.
Pero no me siento un vendido, ni un esquirol..., estoy bien... En todo caso compensa: la gente te mira con ese brillo envidioso en los ojos y hay que ver como te regala el oído un móvil como este... una pasada.
Además es táctil; he comprado también un "calcetín" para que no se raye la pantalla. Al principio cuesta un poco cogerle el tranquillo; pero en seguida me he hecho con los controles... tiene un montón de opciones y extras, y eso que aún no he utilizado todos los menús. 
Y todo esto sin entrar a valorar la pedazo de cámara de fotos que tiene.
Este teléfono es todo lo que siempre he soñado.

Sin embargo, estoy algo triste, no ha sido todo tan bonito como creía, y es por eso por lo que estoy aquí encerrado. Ahora lo pienso fríamente y quizá hubiese sido mejor no habérmelo comprado...
El momento más ilusionante de tener móvil nuevo es poner el fondo de pantalla a tu gusto; personalizarlo con algo que te ilusione, que te agrade, que te acompañe... pero yo no sé que poner....

...Y ahora me siento tan vacío...

No merece la pena seguir viviendo así: En esta insulsa y solitaria existencia sin motivaciones.

Mamá, Papá, os quiero mucho. Contarle solo cosas buenas de mí a Jessi cuando empiece a entender y a acordarse de su hermano, me da mucha pena perderme sus primeros pasos.

Os esperaré con impaciencia desde donde quiera que vaya ahora.